de Gianluca Autiero
Mientras el mundo se asoma a comprobar si vuelven los Oasis al desierto musical, vale la pena escribir de una reciente vuelta histórica. Hace exactamente tres años ABBA retomaba el camino de la canción. Sin muchos bombos ni platillos, rompió un silencio de cuarenta años con Voyage (2021), su último álbum.

Para los artistas suecos no habrá sido fácil volver a subirse al tren después de tanto tiempo, especialmente para quienes hacen de A en el cuarteto. Una es miembro de la realeza y otra que escapa a los reflectores. Pero hay viajes que no pueden negarse.
El tren sueco
Cuando ABBA anunció por altoparlantes que se venía un nuevo recorrido, lo hizo con dos temas completamente antagónicos: Don’t shut me down y I still have faith in you . Estas dos promesas congregaron a una multitud hipnotizada que ya se empezaba a agolpar en las puertas de un tren que prometía un «bon voyage» lleno de recuerdos y novedades.

La sorpresa es que cuando al fin se abrió el paso del público al álbum, ellos se encontraron con lo inesperado. El viaje no era lineal. Just a notion, un clásico instantáneo, se había grabado en 1978 y estuvo guardado en la guantera de los maquinistas sin pena ni gloria hasta esa ocasión. El viaje me generaba dudas, pero me atrapó ¿A dónde vamos?
Déjà vues y canciones infinitas que no se saben cuándo empiezan ni cuando terminan ¿en qué año estamos? El tres nos regaló una melodía conocida parecida a SOS de 1975 pero con otro nombre y una historia igual de real, llegaba Keep an eye on Dan con una premisa moderna, algo melancólica y una sorpresa: el primer un insulto en una tema de ABBA ¿En qué mundo estamos?

Las sensaciones, mientras vamos yendo y viniendo por los vagones, también se confunden. La banda no perdió su habilidad de encontrar tonos inexplorados como en I can be that woman aunque, para no perder su esencia, los suecos también ofrendaron tres temas de esos tontos y sin tantas vueltas: No doubt about it, When you danced with me y Little Things.
El viaje de ABBA no se queda en el presente ni en el pasado: apunta al futuro. El tren es algo más que una circunstancia que nos lleva de un punto a otro; quiere llegar a varios lados y busca dejar un mensaje, en un mundo que los sigue necesitando tanto como en los 70´. En Bumblebee el grupo acepta el tiempo actual con sus incertidumbres y se pregunta si vamos a estar bien.
«…hay viajes que no pueden negarse.»
El bocinazo final, antes de chocar con la inmortalidad, lo dan con Ode to freedom. Un himno solemne, un tanto extraño para la banda de los trajes raros. El paso de los años y una humanidad cada vez más dividida podrían frustrar incluso a los grandes. Pero ABBA cierra su historia cantándole a la esperanza y a la libertad.
La nostalgia de la vuelta y el espíritu intacto hacen que Voyage (2021) sea un tren seguro en el que subirse y perderse. Los vagones son casi infinitos y sus destinos también. Si la propuesta no te llama, esta gente te va a esperar igual, ellos saben que a veces la historia se toma su tiempo. Pero tarde o temprano vas a estar dentro para disfrutar de sus maquinistas originales o, en su defecto, de sus abbatares modernos.
Deja una respuesta