Opus Gelber: un libro hecho de música.

Por Walter Alvarez

Opus Gelber de Leila Guerriero, un libro que no es solo una biografía, sino una profunda exploración de la vida del pianista argentino Bruno Gelber. Con una prosa exquisita y un enfoque narrativo único, Guerriero revela la faceta más humana y contradictoria del músico, combinando periodismo narrativo con una estructura innovadora.

En Opus Gelber la escritora Leila Guerreiro logra dos aciertos: Un acabado retrato de la apasionante personalidad del pianista argentino Bruno Gelber, y una exquisita prosa basada en una lograda estructura y un original punto de vista. Como ella misma dice, el libro no es una biografía de quien está considerado uno de los mejores pianistas del siglo XX, sino un perfil. Es decir, pinceladas de la vida del músico que lo muestran en su faceta más humana, más contradictoria.

De este modo Opus Gelber no cuenta cronológicamente la vida del músico, sino que la aparición de los datos acompaña el ritmo de la investigación periodística que realiza la autora. En las primeras páginas, Gelber se muestra amable pero cauteloso. Pero a medida que el relato avanza la autora logra colarse en los rincones más profundos de su personalidad y el músico deja al descubierto su lado más reservado.

Un artista desconcertante

Así habla sueltamente de su homosexualidad, de su gusto por la frivolidad y la farándula, de las consecuencias psicológicas de la poliomielitis que padeció de chico y de la escasa relación con su hermana. El libro no profundiza en aspectos musicales, pero todo en él es música.

La lectura de Opus Gelber tiene un plus y es la exquisita prosa de Leila y su creativa forma de presentar los hechos como si estuvieran sucediendo frente al lector. Con recursos del periodismo narrativo, cuando parece que todas las respuestas están sobre la mesa, surge un obstáculo y todo vuelve a empezar. ¿Quién es de verdad este hombre, por qué actúa de ese modo desconcertante? 

La tapa del libro anticipa una gratificación final. Las manos sobre el piano no son las de Bruno –que tiene dedos más cortos y gordos, como él mismo se encarga de acentuar-, sino que se asemejan más a las de Leila –más finas y huesudas-. Es el traspaso a imagen de una sensación con la que el lector se quedará al finalizar la lectura. Que no solo ha leído la vida de un músico fascinante sino, sobre todo, un libro fascinantemente bien escrito. Dos talentos que combinados logran uno de los mejores libros sobre vida de músicos de la última década.


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