La juventud en el ciclo de Martín Demichelis

No es necesario irse muy atrás en el tiempo ni tampoco buscar situaciones de jugadores en específico en el fútbol. Solamente con revisar el último año de Martin Demichelis en River Plate es suficiente.

Podemos distinguir un patrón particular que se ha presentado de manera notoria: la poca o prácticamente nula participación de los jóvenes en el primer equipo.

Esto, de manera no intencionada pone en el ojo de la tormenta a un solo responsable: Martin Demichelis.


Echeverri, la joya que Demichelis no dejó brillar

Todo comenzó luego de lo ocurrido con Claudio “Diablito” Echeverri, un jugador de dieciocho años, nacido y criado en las inferiores de River Plate.

A lo largo del 2023, Echeverri venia teniendo actuaciones muy destacadas a nivel nacional, ya que participó del Campeonato Sudamericano y la Copa Mundial Sub-17. En este último, se lució con un hat-trick en los cuartos de final frente a nada más ni nada menos que Brasil.

Sin embargo, en River no era considerado ni tenía el tiempo de juego demandado por la hinchada, que veían una gran promesa que estaba siendo desaprovechada.

Y por si ya los hinchas no estaban lo suficientemente descontentos con Demichelis. Se dio a conocer la peor de las noticias: la venta de Echeverri al Manchester City.

Esto podría decirse que fue la gota que rebalsó el vaso, ya que a Demichelis se lo criticó duramente por sus decisiones.

Sumando los resultados, estilo de juego y bajo rendimiento del equipo, no habia conformismo en la gente.


La inclusión de los jóvenes

Ante el panorama que se presentaba, Demichelis no tuvo más opción. Asi fue que comenzó a tomar en consideración no solo a Echeverri, sino a otros jugadores que venían resaltando en la reserva por su calidad.

Demichelis decidió sumar al primer equipo a: Ian Subiabre (17 años), Franco Mastantuono (16 años) y Agustín Ruberto (18 años, quien también participo del Mundial Sub-17, marcó un hat-trick en semifinales frente a Alemania y ganó la bota de oro).

Así fue, que los tres pibes tuvieron su oportunidad y pudieron debutar en la primera división, mostrando grandes cualidades para sus edades y hasta inclusive marcando goles, en el caso de Ruberto y Mastantuono.

Pero, no todo salió como lo esperado, ya que Ruberto y Subiabre, fueron nuevamente enviados a la reserva y quedaron relegados de la consideración de Demichelis.

Respecto a Mastantuono, y para sorpresa de muchos (debido a que es el más joven) se ganó un lugar en el primer equipo.

Esto claramente presentó una dualidad en la hinchada de River. Por un lado había cierto conformismo por hacer más participativos a los jóvenes. Por el otro se continuaba con el disgusto ya que solicitaban aún más participación de los jóvenes, debido a que los resultados no eran buenos.

La gente de River se hizo escuchar con cantos y silbidos, y le pidieron a Demichelis que ponga a los pibes en una final que River perdía frente a Estudiantes de La Plata.

Y, como si fuese coincidencia, a minutos del reclamo de la hinchada, ingresó Echeverri, el cual dió una asistencia para que River se consagré.

El futuro de Demichelis

Acercándonos más al presente de River, con los octavos de final de la Copa Libertadores a la vuelta de la esquina y la Copa Mundial de Clubes el próximo año, quedará solo en manos de Demichelis el escuchar a su hinchada y dar más rodaje a los jóvenes (o apostar por jugadores de mayor edad más experimentados).

Lo que sí podemos dar por sentado, es que la relación entre Demichelis y la hinchada no está bien. Y esto, a la larga, podrá ocasionar mayores conflictos más allá de cantos y silbidos en las canchas.