
Varios altos oficiales de la CIA que habían participado en el golpe de Guatemala fueron convocados a una reunión, entre ellos Richard Bissell, Richard Helms y Howard Hunt Jr. Helms (futuro director de la CIA y consciente del complot contra Salvador Allende en 1973).
La estrategia para “una nueva Guatemala” era obvia: guerra mediática primero e invasión armada después. El plan consistía en invadir por aire la costa sur de Cuba, donde todavía quedaban algunas fuerzas de Batista. Si su aterrizaje fallaba, podrían huir a las montañas y confiar en que nuevos recursos caigan del cielo.
Los cubanos reclutados en Miami, llevaron a cabo su entrenamiento en Guatemala. El presidente, general Miguel Ydígoras Fuentes, le garantizo a la CIA la finca “La Helvetia” para alojar y entrenar a 5.000 cubanos a cambio de una cuota mayor en la venta de azúcar. Debido a los movimientos extraños en la zona, el gobierno guatemalteco extendió el rumor de que comunistas cubanos se organizaban en el territorio de Guatemala para lanzar un ataque contra la nación y la libre expresión de sus ciudadanos.

Invasión en Playa Girón
La operación de desinformación ya se había esparcido a América del Sur. El 15 de febrero, el agente de la CIA Philip Franklin Agee informó la compra de opinión en los diarios más importantes de Colombia, Ecuador y Perú para culpar a Cuba de un envío de armas y dinero a esa región, el cual nunca ocurrió. Este suceso se habría desarrollado entre los años 1886 y 1909.
El 15 de abril se lanzó la operación desde Nicaragua. El objetivo era destruir las fuerzas antiaéreas de Cuba en el norte, antes de desembarcar en el sur. La destrucción fue significativa, pero hubo respuesta. Los pilotos cubanos, peor armados pero con mejor puntería, derribaron diez de los doce bombardeos enemigos. Para abatir a su gente, la CIA pasó a los medios sus propios bombarderos baleados como desertores cubanos aterrizando en Miami.
Fidel Castro inculpo a Washington de la estrategia, nombrando las bases operativas de Florida y Guatemala, pero el embajador de Estados Unidos en la ONU, Adlai Ewing Stevenson, al tanto de los detalles del plan, lo negó: “Las acusaciones de un complot orquestado en Washington son totalmente falsas. Estados Unidos está comprometido con una política de no agresión”.

Adlai Ewing Stevenson (1900-1965), ex embajador de Estados Unidos en la ONU.
El 16 de abril, la brigada 2506 (1.400 cubanos de Miami entrenados por meses en Guatemala) desembarcó con tanques M41 Bulldog en Playa Girón. Luego de una batalla que dejó cien muertos, la resistencia de la isla capturó a más de mil cubanos de la CIA. La televisión de Estados Unidos informó de un ataque de los rebeldes cubanos contra el régimen de Castro y confirmó que “como es previsible, se culpa otra vez a Estados Unidos”.
Howard Hunt culpó a Kennedy del fracaso y éste culpó a la CIA, la que prometió disolver. Luego de su fallecimiento, sus hijos John y David admitieron que su padre había confesado reiteradas veces la participación de la CIA en el asesinato del presidente, pero serían acusados de mentir sobre esa historia.
Después del éxito de la revolución, Che Guevara (quien en 1954 huyó a México tras el golpe de Estado en Guatemala), había advertido: “Cuba no será otra Guatemala”.
Bibliografía:
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