El Museo Barrio de Flores fue fundado por el periodista Roberto D’ Anna, junto a amigos y vecinos en el año 2018. Son los mismos vecinos que llevan adelante hace más de 20 años el periódico Flores de Papel de distribución gratuita. En palabras de sus propios fundadores, este proyecto nació con la idea de conservar y exponer más de 200 años de tradición del emblemático barrio. Es también destacado por ser el primero íntegramente dedicado a la historia de un barrio porteño.
Es una asociación civil sin fines de lucro al servicio de la comunidad. Está financiado por las donaciones de los vecinos que pueden elegir su colaboración con un importe que nace desde los $300 pesos. Además de por el CLUB MUSEO que ofrece descuentos y beneficios exclusivos a quienes se asocien.

Se encuentra ubicado en la calle Ramón Falcón 2207, a metros de la Av. Rivadavia, una de las más importantes de la ciudad, de la estación de trenes Sarmiento y el subte línea A. En un espacio de 250 metros cuadrados busca revalorizar la historia y la tradición del barrio.
Entre sus galerías y vidrieras exhibe objetos de época, fotos, postales, medallas, cuadros, libros, documentos históricos, colecciones exclusivas y originales. Además de información sobre personajes reconocidos que vivieron en el barrio o dejaron una huella imborrable en la historia de nuestra cultura.
Galerías destacadas para recorrer
Hay espacios exclusivos donde podemos encontrar las primeras ediciones de Roberto Arlt y varias obras del artista plástico Carlos La Rocca. La colección de libros de César Aira más grande del mundo, y un cuadro del ex vecino y futbolista argentino Alfredo Di Stefano. Un reconocimiento especial a Fabián Valonté héroe de Malvinas y vecino. Y también una carta de puño y letra que dice: “Flores es mi barrio y mis raíces” escrita por el Papa Francisco (Jorge Bergolio), entre otros.

Con esta idea de contribuir a la cultura y a la comunidad, brinda cursos y talleres de idiomas, danzas, arte, escritura, yoga, teatro, etc. También hay actividades para adultos mayores, para jóvenes y niños. Y lo hace con aranceles accesibles que solventan el continuo crecimiento y desarrollo del museo.
Algo para destacar es la biblioteca infantil gratuita «Alfonsina Storni», una iniciativa de dos niñas que instauraron la modalidad de llevar libros a domicilio. Los vecinos donaron libros para acompañar y llevar adelante este proyecto.
Sin duda, este museo es el orgullo de los vecinos y vecinas que hasta el día de hoy lo siguen construyendo con pasión y dedicación. Teniendo como objetivo principal cuidar la memoria para las futuras generaciones, y buscar que sus visitantes se lleven un poco de historia.
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